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martes, 7 de agosto de 2018

¿Qué es el Cambio Climático?


Fundamentos del Cambio Climático[1]

Mark Maslin realiza un estupendo trabajo resumiendo lo que se reconoce como las causas y los efectos del cambio climático, a la luz del peso de la evidencia científica acumulada; así como también, el planteamiento de varias soluciones del tipo win-win, que deben pasar insoslayablemente por los acuerdos internacionales vinculantes que se requieren para hacer frente a este desafío global. 

Su libro nos presenta muchos argumentos plausibles sobre la presión que las actividades antrópicas han ejercido en la historia reciente sobre el sistema climático, así como también varias opiniones desde el lado de los escépticos o “negacionistas” del cambio climático, con sus correspondientes réplicas razonables.

Se muestra cómo en la historia del planeta, las fases de calentamiento global han estado presentes como relativamente breves periodos interglaciares, dentro de varios ciclos glacial-interglaciales, a lo largo del Pleistoceno. En la época geológica actual -el Holoceno- esta fase interglacial ha durado más de lo que cabría esperarse, a juzgar por la serie histórica, reconstruida desde la paleoclimatología, mediante el uso de testigos de hielo y otras técnicas. El análisis de estas muestras ha dado cuenta del inusitado efecto de las actividades antrópicas en la modificación del clima, al punto que algunos científicos han sugerido empezar a referirse a nuestros días, como el Antropoceno.     

El cambio climático tiene múltiples impactos pero los principales son las variaciones en las precipitaciones, los incrementos de temperatura y el aumento del nivel del mar. De hecho, de acuerdo con los 3 escenarios principales de emisiones de carbono para los próximos 85 años, proyectados por el IPCC, se determina que la temperatura media podría subir entre 2,8°C y 5,4°C para 2100. De manera similar, los modelos climáticos pronostican un aumento promedio en el nivel del mar de entre 52 cm. y 98 cm. para fines de siglo, lo cual afectaría terriblemente a muchas ciudades costeras, zonas bajas y pequeños estados insulares.

Un tema controvertido que aborda es sobre el colonialismo verde, mismo que algunos señalan como derivado del proceso de la CMNUCC. Por un lado, tenemos el hecho de encontrarnos frente a países desarrollados diciendo cómo, cuándo y cuánto debe ser el crecimiento de los países en desarrollo, y por otro, la necesidad de pensar en su propio derecho al desarrollo, y paradójicamente al mismo tiempo, considerar los límites del planeta. Si bien es cierto que en las circunstancias actuales, donde el estilo de vida occidental es un referente y un objetivo para muchas sociedades, no es menos real que ya se han sobrepasado al menos 3 de los 9 límites del planeta, y los efectos a largo plazo de esta situación no han sido analizados del todo.

Maslin no deja de señalar reiteradamente que el cambio climático es quizá el mayor desafío que enfrenta la humanidad en el siglo XXI, junto con la necesidad de mitigar la pobreza, mejorar la seguridad global y revertir la degradación ambiental. Tampoco elude la crítica al neoliberalismo y al capitalismo como una forma equivocada de organizar la sociedad alrededor del business-as-usual, lo cual no deja de ser difícil de reconocer para mí como ingeniero financiero (especialmente cuando se refiere al “mito neoliberal” de que existe el libre mercado, por el verdadero rol de los gobiernos frente a los impuestos, subsidios y el comercio exterior).

No obstante, debo coincidir, ante la evidencia insoslayable, en que es preciso repensar la estructura de nuestras sociedades para encontrar una salida justa y factible a los grandes desafíos globales. El cambio climático es sin duda una amenaza a la biodiversidad, pero también a la civilización; y por ello, pese a la visión de corto plazo de los responsables políticos, es urgente tomar acciones concretas y efectivas en materia de mitigación, con acuerdos vinculantes y el desarrollo de energías renovables; y de adaptación, sobre todo en términos del financiamiento y la asistencia requeridos por los países en vías de desarrollo.


[1] Síntesis del libro de Maslin, Mark. Climate Change: A Very Short Introduction. New York: Oxford University Press, third edition, 2014.

miércoles, 1 de junio de 2016

Una breve reflexión para estudiantes universitarios

Un estudiante universitario tiene muchas oportunidades de representar a su Alma Mater en función de sus conocimientos y habilidades. Evidentemente, lo mejor sería hacerlo desde los proyectos e investigación desarrollados con la guía de los docentes, a través de las diferentes asignaturas. Por supuesto, están también el arte, la cultura y el deporte; todos ellos espacios importantes dentro del quehacer universitario.

Luego está la representación política estudiantil que entiendo se orienta a promover acciones que beneficien a los estudiantes y el desarrollo de sus actividades. Pero a veces ese propósito legítimo se distorsiona, se desdibuja... a veces pareciera que dejan de importar los valores y la ética que se supone están para guiarnos y se da paso a una actitud utilitarista y funcional al poder, y eso contradice el espíritu crítico que el académico buscó desarrollar en el estudiante.

No pueden tener precio -o no deberían tenerlo- la seguridad y la tranquilidad de saber que está uno haciendo lo correcto, lo justo, lo ético. La reflexión sobre el camino a elegir debería considerar el bien común; no sólo algún beneficio personal temporal, y muchas veces hasta incierto.
Hay cosas que no tienen precio... ojalá todos pudiéramos identificarlas con claridad.


martes, 8 de marzo de 2016

Día de la Mujer y justicia cultural

El Día Internacional de la Mujer y la búsqueda de la justicia cultural

A propósito del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo de cada año, conviene anotar varios aspectos de sus conquistas y reivindicaciones, al margen de las celebraciones, que no dejan de ser a veces un tanto frívolas. 

En materia de políticas públicas la agenda de los gobiernos de América Latina, sobre todo los progresistas, ha ido incorporando espacios de diálogo que permitan escuchar las voces femeninas y conocer sus expectativas. Más aún, la agenda política ahora visibiliza a la mujer y destaca su rol como ministra de estado, como representante del Ejecutivo a nivel provincial, como asambleísta, o como Presidenta de una Función del Estado. No cabe duda ya de su capacidad y eficiencia a la hora de desempeñar un puesto de responsabilidad en los altos niveles institucionales.

Las políticas de acción afirmativa han favorecido no sólo la participación de las mujeres en la esfera pública sino también las de otros grupos históricamente discriminados, con miras a la construcción de una sociedad más equitativa y justa. Cabe mencionar que para ello no basta sólo con la redistribución de la riqueza; hay que buscar activamente la inversión privada que genera nueva riqueza y crea empleo, y adicionalmente a esta justicia redistributiva, hay que agregar la justicia cultural, que pasa por el respeto y el reconocimiento hacia el “otro”. En palabras de Nancy Fraser, Doctora en Filosofía y Profesora de Ciencias Políticas y Sociales en The New School University de Nueva York, la injusticia cultural se manifiesta por la dominación cultural, pero también por la falta de reconocimiento (“invisibilidad en virtud de las prácticas de representación, comunicación e interpretación legitimadas por la propia cultura”) y por la falta de respeto (“ser difamado o despreciado de manera rutinaria por medio de estereotipos en las representaciones culturales públicas y/o en las interacciones cotidianas”).

Los múltiples y simultáneos roles que desempeña porque así lo desea, o porque la sociedad así lo espera, demandan de la mujer mucho esfuerzo y competitividad. Indudablemente no debe ser fácil conjugar eficazmente todas las facetas de una gestión pública, laboral o empresarial con la vida privada, máxime cuando sus resultados se suelen ver desde la sociedad con mucha expectativa.

De su lado, en el ámbito académico se promulga abandonar los enfoques androcéntricos, (aquellos que reconocen únicamente los aportes a la ciencia efectuados por hombres) que desde la cátedra universitaria han fomentado procesos de invisibilización o de falta de reconocimiento de las contribuciones femeninas a la construcción del conocimiento.

Más allá de los  procesos históricos que fueron dando forma a nuestras sociedades, el compromiso individual por la justicia cultural, o por el reconocimiento y el respeto a la acción de las mujeres en todos los espacios públicos y privados que valoran, debe ser una constante que nos lleve en conjunto a la transformación de la sociedad para ser más incluyente, más humana, solidaria, participativa, democrática, justa y equitativa.


En suma, nuestra cotidianeidad debería reflejar nuestro compromiso por ser mejores personas y contribuir desde la diversidad de nuestros espacios, a la reducción de las desigualdades y asimetrías que opacan al final del día la felicidad de la sociedad en su conjunto.

domingo, 20 de mayo de 2012

Suerte



No, no pasa nada si el amor no es perfecto. Siempre y cuando sea honesto. 
La de la mala suerte. Jesse & Joy.

viernes, 11 de mayo de 2012

Doble exacto

Se dice que en algún lugar del mundo todos tenemos un doble exacto (el mío es John Travolta, creo xD ). En todo caso, Hollywood no podía ser la excepción y para muestra un botón, las bellas y talentosas Katy Perry y Zooey Deschanel. 





Por supuesto mi investigación no estaría completa sin referirme a algún medio para identificarlas.
Así que, ¿cómo distinguir entre Katy Perry y Zooey Deschanel? Explicación gráfica:



No olviden buscar su doble exacto. En algún lado debe estar. Pero, ¿será el gemelo malvado?